En 1960, un día después de que Ingmar Bergman lanzara su obra maestra «El manantial de la doncella», Stanley Kubrick escribió a su compañero cineasta en un intento por felicitar su expresión artística.
Director, escritor y productor sueco, Bergman es sin duda uno de los mejores cineastas de todos los tiempos. Un autor conocido por sus agudos y minimalistas retratos de las relaciones humanas en películas como «The Seventh Seal», «Persona», «Fresas salvajes» y, por supuesto, «The Virgin Spring» o el «El manantial de la docella» (ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en 1961).
En la película, una niña de 15 años es violada y asesinada por dos hombres mayores. Kubrick, quedó tan impactado después de verla, que se sintió obligado a contactar al maestro europeo: «Estimado señor Bergman:… Ciertamente ha recibido suficiente aclamación y éxito en todo el mundo para hacer que esta nota sea innecesaria. Pero para lo que sea que valga la pena, quisiera agregar mi elogio y gratitud como compañero director por la contribución sobrenatural y brillante que ha hecho al mundo con sus películas (nunca he estado en Suecia y, por lo tanto, nunca he tenido el placer de ver tu trabajo de teatro)….«
“… Tu visión de la vida me ha conmovido profundamente, mucho más profundamente de lo que alguna vez me han conmovido las películas. Creo que eres el mejor cineasta en el trabajo hoy. Más allá de eso, permítame decirle que nadie lo supera en la creación de humor y atmósfera, la sutileza de la actuación, la evitación de lo obvio, la veracidad y la integridad de la caracterización…»
“… A esto también se debe agregar todo lo demás que entra en la realización de una película. Creo que eres bendecido con actores maravillosos. Max von Sydow e Ingrid Thulin viven vívidamente en mi memoria, y hay muchos otros en su compañía de actuación cuyos nombres se me escapan. Les deseo a todos y a todos la mejor de las suertes, y espero con ansias cada una de sus películas”.
Kubrick nunca fue tímido para expresar su admiración y ya la había consignado públicamente en la prensa. «Creo que Bergman, De Sica y Fellini son los únicos tres cineastas del mundo que no son solo oportunistas artísticos», dijo Kubrick una vez. «Con esto quiero decir que no se sientan y esperan a que llegue una buena historia y luego la hacen. Tienen un punto de vista que se expresa una y otra vez en sus películas, y ellos mismos escriben o tienen material original escrito para ellos».
De la cinta, Kubrick expresó: «Muestra el crimen en su absoluta atrocidad, obligándonos, en una desesperación conmocionada, a dejar el disfrute estético de una obra de arte por una participación apasionada en un drama humano del crimen que genera un nuevo crimen, de culpa y gracia», dijo Bergman una vez sobre la controvertida escena. «No debemos dudar en nuestra descripción de la degradación humana, incluso si, en nuestra demanda de verdad, debemos violar ciertos tabúes».
