Elvis tiene hambre: la dieta suicida del «rey»
Si el infierno existe, Elvis vive allí. ¿Su pecado? La gula. Al morir el 16 de agosto de 1977 pesaba 159 kilos, gracias a una ingesta que promediaba demenciales 22.000 calorías al día. Este es el menú que, condimentado con drogas y depresión, pavimentó el camino del músico a la tumba.