Julia de Castro

Julia de Castro: «La historiadora»

El debut de la solista hispana es un disco transgresor y profundamente fresco, que une folclor, flamenco, cumbias y rancheras con una voz fuerte y poderosa que genera una sensación de autoridad y autosuficiencia femenina.


Por esas ironías de la vida, Julia de Castro, la solista española más transgresora de los últimos 25 años, tiene abuelas y madres con nombres completamente católicos: Transfiguración, Milagros e Inmaculada, respectivamente. Sus orígenes familiares no dejan de ser curiosos en una artista total –es historiadora del arte, actriz, cantante y escritora- que empuja los límites, consciente que la reverencia a las tradiciones lleva al inmovilismo.

Si durante el periodo franquista, Latinoamérica se nutrió de inmensos y sobresalientes baladistas hispanos –Camilo Sesto, Nino Bravo, Julio Iglesias, José Luis Perales, entre otros-, la llegada de la democracia fue paulatinamente bajando su influencia. El impacto de los solistas comenzó a flaquear y en el rock y el pop, salvo históricos como Mecano y Joaquín Sabina, su legado es mínimo. Bandas exitosas y masivas en ese país como Los Planetas o el mismo Nacho Vegas tuvieron en este lado del mundo la misma pegada que un boxeador de peso mosca.

Esas canciones de impacto frágil, nicho localista y nula capacidad expansiva se contraponen a un debut tan arrollador como recordable. Julia de Castro, con pasado underground en De la Puríssima, una banda a medio camino entre el jazz y el cuplé, y que se despidió en noviembre pasado con shows donde la puesta en escena era un entierro, apunta en “La Historiadora” una obra apabullante, fresca, rica en matices, que mezcla estilos sin la lógica comercial de su compatriota Rosalía, sino que bajo los preceptos de una mujer moderna liberada de los grilletes opresores de la masculinidad.

Con la producción de Camilo Lara, un ex ejecutivo discográfico azteca y hombre todo terreno en su inspirado proyecto Instituto Mexicano del Sonido, de Castro fluye musicalmente con gracia y consistencia, siempre poniendo a la mujer en valoración, sin culpa en sus más íntimos deseos y con una voz fuerte y poderosa que genera una sensación de autoridad y autosuficiencia.

“La Historiadora” es un disco para bailar y reflexionar. “Ríndete” es una canción que une el estilo festivo de Instituto Mexicano del Sonido con el tema “No sopor…no sopor” de “Yo, Mi, Me, Contigo” (1996) de Sabina; “Santa Frívola” -con dos integrantes de Calexico- es un folclor fronterizo que reivindica el valor de las prostitutas, “Mis Amigas” es una dolida y hermosa ranchera sobre la amistad femenina, “Arde Madrid” es un flamenco profundamente español que recuerda un amor perdido, “La Alemana” es una canción electrónica que habla sobre una lujuriosa relación lésbica y cierra con “Hasta que te Conocí”, un cover del clásico de Juan Gabriel, en plan tan melancólico como taciturno.

El mérito de Julia de Castro es brindar un álbum moderno, sin trancas, de predisposición festiva y pionero en la autonomía femenina. Canciones, en definitiva, que ya se quisieran colegas como Julieta Venegas o Francisca Valenzuela. Gran disco.

«La historiadora» es su primer disco como solista.