Paul McCartney

McCartney corre solo

A sus 78 años, el bajista de The Beatles publicará su nuevo álbum, «McCartney III», el próximo 11 de diciembre. Será el cierre de una trilogía que componen «McCartney» (1970) y «McCartney II» (1980), donde grabó todos los instrumentos y está centrado, según anticipa, en «el amor y la libertad».


Paul McCartney había desaparecido. No daba señales de vida. Muchos pensaron que había muerto. Era pura ficción. A fines de 1969, el bajista se había instalado en una granja en Escocia junto a su familia a grabar su primer disco solista. Cuando un periodista de la revista Life lo descubrió, le lanzó una cubeta con mierda de gallinas. Aunque luego rectificó: en su estilo, dijo que daría una entrevista, pero exigió que no se publicaran las fotos de su acto de rabia.

Grabó todos los instrumentos en solitario y se acompañó solo de coros de su esposa Linda. Macca, en ese entonces, quería anonimato. Se registró en un estudio de Londres con el seudónimo de Billy Martin y grabó sin problemas. Su disco debut, «McCartney» (1970), fue una colección de canciones a medio terminar, experimentos con características lo-fi que no fueron recibidos con alegría por la crítica –más bien, se burlaron de ese trabajo-, hechas bajo un periodo de inestabilidad mental por el término de la banda y que regaló un título para la posteridad: «Maybe I’m Amazed».

50 años después de ese lanzamiento, el ex Beatles anunció que el 11 de diciembre publicará su nuevo disco titulado «McCartney III», que es el cierre de una trilogía que también compone «McCartney II» (1980), otro álbum donde tocó todos los instrumentos, tras el colapso de su banda Wings y marcado fuertemente por sintetizadores.

Aprovechando la pandemia, el músico grabó en su casa de Sussex, Inglaterra, y tocando guitarra, bajo, batería y piano. La idea partió cuando encontró una canción de 1990, «When Winter comes», producida por George Martin, que cierra el álbum y otro tema a medio terminar llamado «Long tailed Winter bird». «Quería hacer música para mí en lugar de la que hago cuando trabajo. Cada día comenzaba a grabar con el instrumento con la que partía cada canción y luego iba superponiendo otros instrumentos. Fue divertido».

McCartney ocupó instrumentos que marcan su trayectoria artística: un mellotron de los estudios Abbey Road utilizados por The Beatles, un contrabajo que ocupaba la banda de sesión de Elvis Presley y el equipo de estudio de los Wings de 1971. Si en «McCartney» aseguraba que esas canciones las movían «la familia y la libertad», su nuevo álbum se centra en «la libertad y el amor. Están mis viejas obsesiones: el amor, el optimismo». Y aseguró que no sabe si será su último disco. «Tengo 78 años y me están retirando desde que hice una gira con 50. No hay que creer en rumores», señaló a la revista «Loud and Quiet».