Glanbeigh

Foto por Chris Killip. "Shopfronts, Huddersfield, 1974""

«Glanbeigh»: relatos de un pueblo sin salida

En este libro hay mafiosos de medio pelo, venganza, lealtad mal entendida y algo de droga y alcohol, pero por sobre todas las cosas, la constatación de que algunos escenarios sociales y culturales se repiten no importando si son del primer o tercer mundo.

por Andres Romero y R. Vera //


Hay un par de comunes denominadores en Glanbeigh. Primero, que todas las historias ocurren en un mismo suburbio imaginario, se asume, de esta gigantesca isla azotada por el viento que se llama Irlanda, y que sus protagonistas, -como anticipa el título original («Young skins»)-, son jóvenes que andan entre los 20 y 35 años de edad, enfrentados a la clásica y oprobiosa encrucijada que plantea vivir lejos de la capital, en un entorno donde las mejores perspectivas laborales saltan del bar de la esquina a la fábrica junto al río.

Hay mafiosos de medio pelo, venganza, lealtad mal entendida y algo de droga y alcohol, pero por sobre todas las cosas, la constatación de que algunos escenarios sociales y culturales se repiten no importando si son del primer o tercer mundo.

Alguna vez deberías cruzarte con el pueblo imaginario de Glanbeigh, solo para que el murmullo despierte en ti algo que ya has visto o vivido, la naturalidad con que golpea la frustración de nunca salir de esa monotonía impresa en la carne: esos días que se alargan sobre una clase obrera y desesperanzada. Los siete relatos de este libro no te permiten deshacerte del mal sabor de boca que dejan los personajes que habitan este pueblo, ya sea cuando los golpea la resaca o una traición, porque ellos habitan en la certeza (no siempre inaceptable), de que nunca tendrán una mejor vida que esta.

Los cuentos publicados en español por Sajalín Editores, agrandan como una lupa para que veamos de mejor manera como la imaginación de Colin Barrett (1982) hace de su escritura una contemplación del tiempo desperdiciado, maldecido por una marginalidad precarizada. Es un tono y una elección de palabras que retrata muy bien la manera de hablar y de comportarse que tiene la generación protagonista.

Alguna vez deberías cruzarte con el pueblo imaginario de Glanbeigh, solo para que el murmullo despierte en ti algo que ya has visto o vivido, la naturalidad con que golpea la frustración de nunca salir de esa monotonía impresa en la carne, esos días que se alargan sobre una clase obrera y desesperanzada.

En Glanbeigh, publicado en 2013 y ganador del Guardian First Book Award así como del Frank O’Connor International Short Story Award, hay una invitación a caer en el agujero de un aburrimiento que te lleva a tomar malas decisiones. Aquí no se puede prosperar -parece sentenciar su autor-, cuestión que queda clara en «La luna», donde el guardia de un pub vive un romance sin futuro con la hija del dueño del boliche. También se hace cargo de pintar entre vasos de cerveza la aceptación de las oportunidades perdidas, como esos amigos en el relato que cierra el libro “Les ruego que se olviden de mi existencia”, que no quieren ir al funeral de la cantante de su extinto grupo. Se trata de dos personas que se reconocen pero con asuntos pendientes casi imposibles de verbalizar, y que parecen haber olvidado que alguna vez pisaron la tierra con su desgracia y tristeza, específicamente la tierra de Glanbeigh.

El libro está disponible en librerías Antártica y por Busca libre con despacho a domicilio. Su valor ronda los 20 mil pesos.